Encontré esto que tenía marcado de José Repullo en un post algo antiguo en el que dice: “Hace tiempo que hemos entrado en una deriva de irracionalidad en la medicina: los objetivos y expectativas de los pacientes y la sociedad son exagerados e irreales; la auto-imagen médica está distorsionada, oscilando entre la omnipotencia y fascinación científica y tecnológica, y el abatimiento profundo por la inevitable derrota ante la enfermedad y la muerte; el rol profesional se tambalea desorientado y en fuga hacia la hiper-especialización para combatir la incertidumbre y la ansiedad; los conceptos de salud y enfermedad se desdibujan en un medio que tiende a la medicalización de todo el malestar y disconfort, la neurosis de la prevención irracional e insensata, y la entronización social de un modelo de “consumerismo” médico estéril y alienenante”. Pues eso.