times they are a-changin’: hacia un SNS 2.0 basado en la Poesía


(Un texto antiguo que fue publicado hacia la primavera del 2009 en la ya desaparecida e-RAS, revista electrónica de Administración Sanitaria. Algo naive, propio de aquella fase de exploración en la que estábamos, pero con los grandes temas de estos últimos cinco años y apuntados ya técnicamente en otros sitios)

Your old road is
Rapidly agin’.
Please get out of the new one
If you can’t lend your hand
For the times they are a-changin’

Bob Dylan

¿Seguimos cambiando?¿Será que todo sigue cambiando y lo único que a veces no se modifica son nuestras percepciones?¿Son las posibilidades actuales de transformación de nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS) tan ricas como lo fueron (o podrían haberlo sido) hace 20 años?¿Puede que lo que falte sea la elaboración de un discurso colectivo e incluso poético para asumir esa transformación?¿La poesía del SNS, la poesía de una segunda reforma de la Atención Primaria?¿La poesía de una nueva Salud Pública y de una nueva Salud Comunitaria?¿La poesía de un SNS 2.0?¿Me entienden cuando quiero decir esto?¿Puede que lo que falte sea un verdadero discurso Poético y Político? ¿Tendrá algo que ver, aunque suene a blasfemia, que Poética y Política están bastante cerca en los diccionarios y bastante lejos en el mundo real?¿De cuánto tendremos que despojarnos cada uno para converger hacia el mismo lado?¿Qué supone ir hacia un SNS 2.0?

Solemos trabajar y vivir siempre en base a preguntas. A veces no soy demasiado bueno dando respuestas. Y tiendo a ser muy disperso. O demasiado visceral. Y con una clara tendencia a la incertidumbre (herencia de mi formación en medicina familiar y comunitaria y en tener mente nublada de buen asturiano).

Estamos probablemente en uno de los mejores sistemas nacionales de salud del mundo, con algunos de los mejores profesionales de salud del mundo. Hay países que publican mucho más y que investigan mucho más y que tendrán tipos que destacarán mucho más y hablarán varias lenguas. Pero estamos en uno de los países con mejores profesionales de salud del mundo. Y en casi todos los ámbitos y escenarios: gestión, clínica, salud pública, salud comunitaria, atención primaria, atención especializada, administración sanitaria, etc…. En casi todos repito.

Pese a esto, la situación de fragmentación es terrible. Un verdadero cuadro de trastorno de la personalidad múltiple autonómico y de sálvese-quien-pueda que resulta caótico en ámbitos como las políticas vacunales o las políticas de prevención. Seguimos siendo un experimento sociológico. Que un torero vaya a acabar condicionando la política de cribado del país en pleno siglo XXI es trasunto digno de un episodio cañí de Estrellita Castro. Pero insisto, no hago un discurso cínico, somos uno de los mejores sistemas nacionales de salud y tengo, conozco y puedo darles los nombres y apellidos de algunos de los mejores profesionales de salud de esta época de la historia.

El SNS 2.0 surgirá de un conocimiento, una formación y una investigación pegados al terreno. Cuando era residente, vino Bárbara Starfield a Asturias a hablar de Atención Primaria. Puerilmente me negué a ir a verla. No entendía, por mucha Hopkins que fuera, que alguien que trabajaba en un país donde no había Atención Primaria pudiera hablar sobre Atención Primaria. Yo no me imaginaba a mi mismo yendo a Osaka a hablar del Ukiyo-e o a un colega de Casavieja (Ávila) yendo a Córdoba (Argentina) a explicarles como se ceba el mate. Ahora, al leer esto, alguien se tirará de los pelos, claro. Esto es blasfemar. Ser gilipollas, lo sé. Pero el verdadero conocimiento o mejor dicho, el conocimiento real, aunque sea más raquítico y más miserable y menos cercano de los griales será el que está arrimado a la realidad. La investigación o la formación ligadas al onanismo (no hablo de Hopkins, por favor, entiéndanme) no tienen que ser una prioridad del SNS 2.0. Ojo. Ojo. Muchos médicos se pasan la vida en una consulta pero nunca «han visto» un paciente en su vida. Muchos salubristas nunca «han visto» una población en su vida. Muchos políticos nunca han….

El SNS 2.0 sólo «será» si nace como un discurso colectivo alejado de los popes y de las grandes familias y de estudiadas poses políticas. Será renunciar a varias individualidades para que emerja lo comunitario. Sólo será si existe una convergencia real, heterogénea, multidisciplinar y flexible. Y será un sistema complejo y dinámico, cambiante, porque nos movemos en fronteras donde todo, afortunadamente, es mucho más incierto. Y porque es en las fronteras y en los intersticios -y esto lo dicen muchos autores- donde surgen siempre, mucho más grandes, la creatividad y la belleza.

El SNS 2.0 ha de incorporar ágil, intuitivamente, nuevas tecnologías. Nuevas para el SNS. Aunque ya no lo sean para muchos de sus trabajadores pioneros. en esto. Da gusto muchas mañanas asomarse a la ventana de la red y ver a un montón de compañeros y compañeras generando conocimiento, pensamiento crítico, discusión, sonrisas, rabia, información actualizada, dulzura, reflexión e innovación y saber que todos ellos son trabajadores de mi misma empresa. Da gusto y también da vergüenza: tanta energía, tanta energía no aprovechada. Tanta energía que si en esta maltratada y bendita fábrica nos pusiéramos todos a remar en el mismo sentido y nos dejaran o nos pudieran dejar… Porque el problema central también está ahí: poder dejar hacer.

El SNS 2.0 superará dialécticas caducas de los que ya somos unos papás desfasados. Integrará un nuevo pensamiento. Por supuesto un respeto a los mayores, qué menos. Pero mejorará la versión 1.0. Hay una gran cantera detrás. Es necesario generar ese espacio y no dejar generaciones perdidas. Me gusta mucho decir esto: toda esta gran tienda de ultramarinos que tanto queremos y tantas horas nos lleva mantener abierta y mimar va a quedar en manos mucho mejores que las nuestras. Lo nuevo será lo viejo, pero lo viejo será lo nuevo.

El SNS 2.0 tendrá que responder algunas grandes preguntas ¿Por qué teniendo los mejores indicadores de salud del mundo la población sigue saturando y seguirá saturando las consultas?¿Qué pasa con la medicalización que hacemos de lo inmedicalizable?¿Por qué todas las propuestas de organización del sistema sanitario siguen sin preguntarse porqué están pasando ciertas cosas?¿Por qué se sigue pensando que el médico tiene que estar en el pantocrátor del SNS?¿Habrá que invertir más en educación formal y en educación informal y en generar pensamiento, discursos colectivos, movimiento social crítico, asociacionismo, democracia real que en generar un sistema sanitario con altísima y soberbia pero fútil tecnología que no produzca cambios globales en la salud de la población?¿Supondrá esto invertir por fin en Atención Primaria y en una Atención Primaria realmente ligada a la Salud Pública y a la Salud Comunitaria y que incida sobre los factores determinantes de la salud y la enfermedad y no sobre posturitas de la industria farmacéutica y de ciertos actores interesados?¿Por qué se castiga la imaginación y la creatividad?¿Cuánta gente estamos perdiendo por el camino?¿Por qué se van?¿Por qué sigue teniendo tanta razón aún el amigo Zimmerman?¿Por qué los discursos sobre la participación de la población suenan a mensaje primaveral del corte inglés que nadie se cree?¿Por qué nos haría falta un poco más de esperanza? y paradójicamente ¿Por qué nos sobra Esperanza? ¿Para cuándo por fin Poética y Política?

Suena extraño. Pero también suena muy bien: el SNS 2.0 estará basado en la Poesía. Necesitamos nuevas palabras y reinventar las viejas. Y creérnoslas. Y volver a emocionarnos. Emoción y conocimiento para, en palabras de Neruda, seguir caminando «con decisiones infinitamente cargadas de sentido«.

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