¿Ya hablas Pharmish? Las nada castas relaciones entre el lobby de la Big Pharma y la Unión Europea


Excelente y revelador texto elaborado por el Corporate Europe Observatory y al que hemos llegado a través de la página de SESPAS.
El documento comienza de una forma rotunda:

«Este informe expone la excesiva influencia de lobby de la industria farmacéutica en la toma de decisiones en la Unión Europea. La Big Pharma disfruta de un semi-sistemático acceso privilegiado a las tomas de decisiones en Bruselas, facilitado por su enorme gasto como lobby, una red compleja de actores, amplios encuentros y reuniones con decisores políticos y participación en consejos asesores»

Esta influencia del lobby de la Big Pharma tiene claras implicaciones y repercusiones para la salud pública y para el acceso de medicamentos. En palabras de David Hammerstein del TransAtlantic Consumer Dialogue (TACD) se establece un complejo sistema de lobbying y de relaciones con las instituciones europeas (el mayor partenariado público-privado europeo es el de la Industria Farmacéutica), con una agenda de relaciones y entrevistas tratando de realizar una aproximación (engañosa) de lo que son los objetivos con beneficio para la empresa y lo que son los objetivos reales de salud colectiva.

Esta relación, engañosa, según el TACD tiene un lenguaje propio, el Pharmish, donde aparecen conceptos introducidos desde el lobby de la Big Pharma como «innovación», «industry based-research» (aunque la mayoría de esta investigación, señalan, se realiza en universidades con otras financiaciones) o «derechos intelectuales de propiedad». En Pharmish las palabras no dicen lo que parecen querer decir: el acceso no es accesible, la transparencia no es transparente y lo asequible tampoco lo es. Pero el Pharmish es contagioso y algunas instituciones europeas ya lo han comenzado a hablar con los consiguientes riesgos para la salud de la población.

En el documento se señala como el gasto del lobby europeo de la industria farmacéutica empequeñece al lobby de la sociedad civil o al de grupos de consumidores. El paradigma de salud no es lo mismo en el sector ciudadanía que en el sector industria farmacéutica y las fuerzas para realizar abogacía de uno modelo u otro se pueden deducir claramente en la siguiente imagen.

lobbyEU

El informe incluye detalles del número de reuniones que las diferentes compañías farmacéuticas han tenido con organismos de la Comisión Europea así como la participación de la Big Pharma en la creación de diferentes organizaciones de salud y grupos de pacientes. En otro apartado se detalla la participación de la industria en comisiones de expertos bien de forma explícita o bien como personas escogidas por su «capacidad personal» (esta respuesta me la dio un Comité Científico de un célebre congreso de nuestro entorno cuando le preguntamos sobre la presencia de una persona de la Big Pharma en los Comités). Finalmente el informe analiza el papel que tiene la European Federation of Pharmaceutical Industries and Associations (EFPIA); analiza sus objetivos, tácticas y una crítica al multibillonario partenariado público privado entre la EFPIA y la UE. Finalmente aborda el papel que ha tenido y tiene la Big Pharma en las conversaciones USA-EU en relación con el TTIP incluyendo las negociaciones sobre propiedad intelectual y transparencia de los ensayos clínicos.

BO meetings
El informe concluye insistiendo en la necesidad de procesos transparentes, de la regulación de la participación y de limitar estas relaciones (creo que algún momento las califica de incestuosas) con decisores políticos y de la presencia , a calzador, en comités de expertos.
En definitiva un texto incisivo y crítico para entender y cuantificar la relación que la Big Pharma tiene con la Unión Europea, y también para analizar las relaciones y las técnicas que a otros niveles más cercanos se están realizando (véase el ejemplo de la Estrategia de Cronicidad… ).

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