COVID-19 en todas las políticas: disminuyendo los impactos negativos en salud que tendrá la respuesta al COVID-19

Margaret Douglas et al publicaron hace unos días en el BMJ (27 abril de 2020) un artículo desplegando un mapa de los impactos en salud que traerá consigo el COVID-19 directa e indirectamente.

El primer punto del paper se despliega [en un texto de esos que si se lo cuentas a todas las madres y abuelas sabias del mundo te dirían: ¿pero para esto habría que escribir un artículo en una revista?¿que nos dicen que no sabíamos ya?] en el siguiente esquema: los impactos en morbilidad y mortalidad que tendrá la infección COVID-19, el daño y el sufrimiento que está produciendo la infección per se, pero también los otros problemas de salud que se derivarán de algunas de las medidas que se han puesto en marcha como respuesta frente a la pandemia.

Douglas, M., Katikireddi, S. V., Taulbut, M., McKee, M., & McCartney, G. (2020). Mitigating the wider health effects of covid-19 pandemic response. BMJ, 369. https://doi.org/10.1136/bmj.m1557

El segundo punto del artículo es otro más evidente aún. La «distancia social» no era nueva en nuestras sociedades. Ya había distancia social por mucho que estuviéramos antes a menos de dos metros. Ya partíamos de distancias/gaps/brechas. De género, de edad, de clase social, de minorías étnicas, de determinados grupos vulnerables, de personas sin hogar…Una situación como el COVID-19 y una respuesta como se ha desarrollado frente al COVID-19 va a tener un impacto negativo en toda la sociedad pero lo tendrá (las abuelas del mundo asienten, mirándote y diciéndote con la mirada qué-poco-me-estás-diciendo-de-nuevo nietín) en algunos grupos sociales.

Las autoras hacen en la box 2 del artículo una descripción más o menos detallada de algunos de estos sectores más vulnerables (personas en situaciones más vulneradas).

Douglas, M., Katikireddi, S. V., Taulbut, M., McKee, M., & McCartney, G. (2020). Mitigating the wider health effects of covid-19 pandemic response. BMJ, 369. https://doi.org/10.1136/bmj.m1557

¿Y qué podemos hacer? Muchos de los artículos brillantes de los investigadores/as de determinantes sociales y desigualdades son como esos libros con una trama muy bien armada pero que en la parte final te dejan un poco como si nada y con un final con sabor a poco. Se describen bien las desigualdades, las causas de las causas, se dan datos, mapas, se apuntan factores clave pero se diluyen a la hora de plantear medidas concretas. A lo mejor no hay medidas concretas. A lo mejor todo el mundo, después de tanto tiempo poniendo bien la bibliografía en los artículos, llega muy cansado a la hora de hacer propuestas. O no es ese el papel de (alguna) epidemiología. O es un patatal donde es mejor no meterse. O a lo mejor quienes tienen medidas concretas no tienen tiempo ni ganas de escribir en el BMJ. O a lo mejor las propuestas hay que leerlas en otros sitios como en la Guía para la acción colectiva desde realidades de pobreza.

Estoy ironizando. En el texto sí que se apuntan algunas propuestas para este escenario tan complejo y duro en el que nos encontramos y que tendremos que afrontar durante un buen tiempo. Salud y bienestar en todas las políticas. Políticas desde todos los sectores pensando en todos y todas, pero ahora, en estos tiempos de cólera y de COVID-19, más que nunca, con perspectiva de equidad.

«Se necesitará una gran respuesta de múltiples agencias (sectores) para hacer frente a la amplia gama de necesidades que hemos identificado.
A largo plazo, las decisiones políticas que se tomen ahora darán forma a la economía futura de manera que podría mejorar o dañar la sostenibilidad, la salud y las desigualdades en salud. Estas incluyen decisiones sobre qué sectores priorizar para el apoyo, si dirigir el apoyo financiero a empresas o trabajadores, y cómo financiar los costos. Para proteger la salud de la población, será esencial evitar un nuevo período de austeridad y las reducciones asociadas en la seguridad social y el gasto en servicios públicos. En cambio, debemos construir una economía más sostenible e inclusiva»